Un trabajo conceptual que amplía su universo creativo y con el que se legitima, además de en su faceta musical, como una voz reconocible en la poesía contemporánea. De un lado “189 escritos con una mano enferma”, un cuidado y voluminoso libro-disco que incluye “El largo sueño de una polilla”, un nuevo disco en versión CD. Por el otro, la edición en vinilo de color del mencionado disco, con su material gráfico ampliado y un lujoso acabado para coleccionistas.

Estos “189 escritos con una mano enferma”, nacidos al calor de una pequeña colección de poemas previos al tiempo de pandemia que el autor amplió considerablemente e incluso reescribió durante los meses del confinamiento, no son sino otra vuelta de tuerca en su carrera literaria. Una declaración de intenciones con la que Villarreal saca pecho y revela el potente universo propio de sus textos, su particular mirada y, ahora sí, una voz poética más que reconocible. La de un poeta de voz rasgada que gusta de estrujar las palabras hasta el límite, que no esconde sus obsesiones y que incluso juega con algunas de las fuentes de las que bebe (engastes) para adornar su universo.

“El largo sueño de una polilla” supone otro paso adelante en su carrera, la de un artista en la búsqueda constante de nuevas fórmulas para transmitir y emocionar, que nunca deja de mirar hacia adelante. Incluye ocho canciones en un formato más desnudo del habitual, si bien ricas en matices y vestidas con todo lujo de detalles para mayor deleite del oyente. De este concepto artesanal nace además la idea de Enrique de presentar el disco en formato acústico, defendida en los escenarios por siete músicos bajo la denominación “El Drogas Akustik Fraktion”, enfocada a teatros y auditorios y sobre la que pronto se anunciarán las primeras fechas.

El primer adelanto del disco se titula “Dejándose la piel (nos incendian esta tierra)”, se puede escuchar en todas las plataformas digitales y ver el videoclip pinchando en la imagen que acompaña a este texto. 

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