

Viene en un mundo de exigencias y prisas obligatorias, en el que parece que ya no te pueden decir que ser egoísta está mal.
Todavía viene quien posee el don de detenerse y mirar a los demás. Y más allá, consigue detenerles.
Parando la ansiedad de su corazón, para la espera de una abuela que la espera, la llamada de quien sabe que la necesita y llama.
Todo se para en esa persona que nos da paz y para el miedo. Tantos desaciertos que podríamos frenar dejando de intentar acertar tanto. Simplemente escuchando.
Escúchala, que te vas a ir a la cama con una conclusión y dos preguntas: tengo que ver El secreto de sus ojos y ¿por qué ha tardado tanto y de dónde ha salido una entrevista así?
📸@samshutter_


