Con una docena de álbumes en su haber, Kyle Eastwood no se ha rendido nunca. Decidió abandonar de joven su prometedora carrera en el cine para dedicarse por completo al jazz. A la vez que componía varias bandas sonoras para su padre («Mystic River», «Million Dollar Baby» o «Cartas desde Iwo Jima»), consiguió confirmar su carrera como líder con el paso de los años. Tanto con el contrabajo como el bajo eléctrico, Kyle Eastwood se mantiene fiel a un enfoque tradicional y melódico del jazz, a menudo enriqueciéndolo con adornos líricos. “El cine es mi segunda pasión”, admite. Así que es natural que hoy en directo, interprete temas de algunas de sus bandas sonoras favoritas, tanto propias como ajenas.
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