Hoy bien podría ser el día Mike Mignola. Personalmente cualquier día es buen día para serlo y disfrutar de las creaciones de un autor que no agota ni termina de regalarnos ideas en forma de buenas historias. Lo cierto es que resulta del todo increíble que un universo y un personaje como Hellboy no solo no aburra sino que, leídas sus últimas aventuras, da muestras de una salud inmejorable que seguro a muchos de sus seguidores les gustaría ver también trasladado de nuevo a la gran pantalla con algo tan digno e inmortal como las películas que firmó Guillermo del Toro. Si tan solo alguien se decidiese a disfrutar de los últimos números publicados de Hellboy, se daría cuenta del maravilloso filón de nuevas ideas repletas de acción, aventuras genuinas e incluso… sí, incluso su parte infernalmente romántica.
Mike Mignola repite el mismo equipo ganador del que hace no mucho os hablábamos recomendando la lectura de Los huesos de los gigantes. Mano a mano con el creador de tan frenético e impredecible universo, Christopher Golden demuestra su versatilidad y experiencia construyendo relatos sólidos donde nos encontramos todos los ingredientes adecuados para engancharnos desde la primera página. Juntos, Mignola y Golden evitan preámbulos y fanfarria innecesaria para darnos personajes a los que queremos seguir no sólo en ésta, sino en todas las historias que sean capaces de escribir sobre ellos. Hellboy enamorado es un tomo en tapa dura que recopila tres capítulos separados a cual más intenso e interesante, el primero de los cuales se titula La noche del Goblin.
Apenas situados temporalmente, en él asistimos directamente al asalto de un tren por una alocada manada de goblins. Sin apenas espacio para respirar conocemos de modo tan poco habitual a la arqueóloga británica Anastasia Bransfield, a quien Hellboy acompaña en ese mismo tren, donde se suponía que tenía que proteger tanto a la arqueóloga como a la preciosa maleta que lleva consigo. A partir de ese momento y sin darnos tiempo para asimilar la cantidad de ideas con las que los autores juegan, nos adentramos en una de las persecuciones más entretenidas, aceleradas, originales y estrambóticas a la que jamás se haya enfrentado el afable Demonio Rojo. Y como en las mejores aventuras de antaño, cada nueva situación nos lleva a nuevos personajes y escenarios aún más exageradamente apasionantes y divertidos aún que la escena anterior. El techo de un tren a una sala de conciertos pasando por la tumba de la sobrecogedora Reina de los Colibríes para llegar a la Casa de Subastas Blackmoor, especializada en objetos sobrenaturales…
El segundo capítulo, Teatro de Sombras, va un paso más allá presentándonos a Hellboy en una situación mucho más “cercana” con la arqueóloga británica Anastasia Bransfield, quien en su búsqueda de pruebas de la existencia de una antigua civilización conocida como los Suaren Artea, arrastrará a Hellboy a los confines de una remota ciudad en Turquía donde el mentor de Anastasia, el profesor Howard Morhaim, ha encontrado nuevas pistas que compartir con su aventajada alumna, aunque a su llegada se enfrentan a la presencia de sanguinarias sombras asesinas a las que arqueóloga y demonio tendrán que dar explicación y final antes de que acaben con toda una expedición científica.
Con una parte inevitable de déja vu presintiendo que si a la arqueóloga Anastasia Bransfield le cambiásemos su gorra de Nueva York por un sombrero de fieltro y un látigo sería completamente capaz de manejarlo con más soltura incluso que la referencia utilizada, Teatro de Sombras condensa en un capítulo sorprendentemente corto una aventura completa donde se dan cita las historias de fantasmas con las maldiciones, más aventura sin freno e ideas que renuevan completamente el ahora más que nunca infinito mundo de Hellboy donde todo es posible. Y más aún si los retos a afrontar son compartidos. La genialidad de Golden y Mignola, en especial en la relación demonio-arqueóloga, se manifiesta en diálogos y situaciones a los que no asistía desde las mejores y más recordadas películas de acción y aventuras de la década de los 80. Y créeme, guionistas y dibujante saben perfectamente de lo que hablamos. De hecho, si en Los huesos de los gigantes el trabajo a los lápices de Matt Smith ya era insuperable, el ambiente ensoñador repleto de imaginación, nuevos monstruos y creaciones, es escenario perfecto para alguien que se ha curtido creando cuentos infantiles. Su trabajo a lo largo de todo este libro (basta con apreciar sus inmensas portadas para cada capítulo) es una lección magistral de dibujo, continuación e incluso superación del estilo de Mike Mignola.
El tercer y último capítulo, La clave de todo, más que concluir este sorprendente tomo, nos induce a pensar y soñar que, después de lo vivido en estas páginas, ojalá podamos seguir las aventuras de Hellboy y Anastasia en nuevas páginas creadas con tantos aciertos como éstas. Cada vez más cerca de la evidencia física de los Suaren Artea, la extraña pareja viaja en esta última ocasión hasta la región de Bengala occidental, en la mismísima India y todavía en 1979. El toque éxotico de un país tan repleto de misterios se hace el más corto de todos… ¿o quizás lo son todos al ser tan abrumadoramente entretenidos? La conclusión, que no lo que pasa, que es algo que te dejamos descubras por tus medios, es que las historias de Hellboy viven una feliz nueva época dorada gracias al toque humano de Christopher Golden que, sin perder de vista los pilares de toda buena historia de Hellboy, nos ha regalado una de las mejores, más apasionantes y más divertidas aventuras que jamás leí de este Demonio Rojo.
El tomo lo cierra un espectacular sketchbook de Hellboy enamorado repleto de bocetos a lápiz, estudios de personajes, planificación de páginas y esas mismas páginas entintadas junto a estudios de portadas o las portadas mismas empleadas en las ediciones en grapa norteamericanas. En total nada menos que 23 páginas donde quedarse con la boca abierta admirando el brutal talento del dibujante Matt Smith y su forma de entender al mundo de Hellboy de la mano de un Mike Mignola más exultante y creativo que nunca. Aún editado en el típico formato americano, de verdad este libro es todo un lujo para cualquier seguidor de Hellboy. Toda una obra maestra contada en tres capítulos del todo inolvidables.
SOBRE LOS AUTORES
MIKE MIGNOLA
Nacido en Berkeley (California) el 16 de septiembre de 1960, publica sus primeros dibujos en el fanzine The Comic Reader y debuta profesionalmente en 1982 para Marvel como entintador en títulos como Power Man & Iron Fist, Daredevil y The Defenders. Posteriormente se embarca en dibujar series como Hulk y Alpha Flight para el mismo sello. Tras un fugaz paso por el efímero sello First Comics con la serie de fantasía heroica Corum, basada en las novelas de Michael Moorcock, en 1987 pasa a colaborar en DC Comics ilustrando miniseries como Superman: Mundo de Krypton (guión de John Byrne), Odisea cósmica (guión de Jim Starlin) y Batman: Luz de gas. De nuevo se vuelca en títulos de Marvel, para la que realiza números de Dr. Extraño (guión de Roger Stern) y Lobezno (guión de Walter Simonson). En 1993 crea para Dark Horse su obra más célebre: Hellboy, cuya primera miniserie sería guionizada por John Byrne pero que terminaría realizando como autor completo.
CHRISTOPHER GOLDEN
Christopher Golden es uno de los autores más vendido del New York Times y ganador del premio Bram Stoker de novelas como Road of Bones, Ararat, Snowblind y Red Hands. Con Mike Mignola, es el cocreador del universo del cómic Outerverse, incluidas series como Baltimore, Joe Golem: Occult Detective y Lady Baltimore. Como editor, ha trabajado en las antologías de cuentos Seize the Night, Dark Cities y The New Dead, entre otras, y también ha escrito y coescrito cómics, videojuegos, guiones y un piloto de televisión para una cadena. En 2015 fundó el popular Festival del Libro de Halloween de Merrimack Valley. Nació y creció en Massachusetts, donde todavía vive con su familia. Su trabajo ha sido nominado al British Fantasy Award, al Eisner Award y a múltiples premios Shirley Jackson. Para los premios Bram Stoker, Golden ha sido nominado diez veces en ocho categorías diferentes y ganó dos veces. Sus novelas originales se han publicado en más de quince idiomas en países de todo el mundo.
MATT SMITH
Matt Smith es un ilustrador radicado en Cambridge, Massachusetts , mejor conocido por su trabajo en revistas infantiles como Cricket , Highlights for Children y Muse, así como por la edición de novela gráfica de The Tale of Despereaux de Kate DiCamillo . Su novela gráfica original, Barbarian Lord, fue publicada en 2014 y recibió críticas favorables de Publishers Weekly y Kirkus Reviews, que la llamaron Juego de Tronos para lectores más jóvenes. Ilustró Folklords de Matt Kindt (2020). Smith también es conocido por crear portadas de álbumes y carteles de conciertos para Minibosses y como colaborador de FORTY-3, la revista cómica oficial del Massachusetts College of Art. Recibió una beca Xeric por el poema ilustrado Alec Dear, escrito por Tom Pappalardo de Standard Design. Smith fue uno de los cinco ganadores del concurso de arte de 8 bits Ain’t It Cool News de 2007.
CHRIS O’HALLORAN
Chris O’Halloran es un colorista de cómics de la ciudad de Cork en Irlanda. Su trabajo incluye obras como Ice Cream Man y Generation Gone realizadas para Image Comics, así como un variado trabajo para las editoriales Marvel, Dynamite y Vertigo, incluyendo X23, Lockjaw y James Bond.