La nostalgia tiene diferentes escenarios pero es un estado de ánimo que abraza todos los sentidos: los olores, los colores, la música o la sensación de aquella brisa en la piel hacen que cada bocado de memoria tenga un sabor único.

Ocean Drive es la avenida más famosa de Miami y es un lugar bien conocido por Sara Canciller que le ha inspirado a la hora de la composición de esta canción, para ella significa el verano infinito, los neones y el art decó. Sus años en la ciudad han convertido este punto en “esa nostalgia” con sabor controvertido y agridulce.

“Agosto” es una canción delicada y llena de matices y nace de algo tan sencillo como echar de menos un lugar en el cuerpo del otro. Es una oda a la nostalgia en si misma: las luces, el viento en la cara, la sensación de vivir el milagro de volver.

En este adelanto de Golpe de Estado, el EP de debut de Canciller, encontramos la elegancia que caracteriza el sonido de esta artista a través de una canción que despliega un hermoso in crescendo, llenándose de capas y referencias sonoras que acompañan a una melodía que escuece en nuestras propias fragilidades.

En este tema además volvemos a encontrar la producción de Raúl de Lara (Second, Varry Brava, Kuve, Arde Bogotá…) y de David Lozano (guitarrista de Second), así como la colaboración en la producción de Fran Guirao, Nando Robles y Jorge Guirao (batería, bajista y guitarrista de Second).

“Agosto” es, en definitiva, una canción que intenta definir un estado recurrente que vive en la artista y a través del cual se inspira para reafirmarse como una compositora clave en este 2022.

La canción viene acompañada de un videoclip dirigido por Marcos Bañó (Baja Fidelidad Producciones) en el que se plasman todas las cualidades sonoras de Canciller: la querencia por la nostalgia pop, la elegancia, la delicadeza y esa sensibilidad hedonista que tanto representa esta artista. La luz, el color y la sensualidad son protagonistas de esta pieza visual que nos ayuda a comprender mejor el universo Canciller.

Canciller: la historia de una vuelta a casa

Cuando hablamos de Canciller, lo hacemos del proyecto en solitario de Sara Canciller, ex lideresa de la desaparecida banda Papá Canciller que fundó en 2014 junto a su hermano el escritor Iván García Sánchez y que contó con una modesta pero reputada presencia en la escena valenciana. Tras unos años trabajando en Florida (EE.UU), Sara decide volver a su Valencia natal a componer para satisfacer sus pulsiones artísticas: canciones con melodías sinuosas, letras potentes y una reminiscencia pop ochentera con brillo y lentejuela, pero con un aire melancólico dream pop.

Canciller demuestra aquí su madurez y su dominio compositivo, escribiendo canciones desde la experiencia tras 15 años trabajando en el underground de la música, y habiendo decidido da un paso adelante al mostrarse ante el público con este trabajo ambicioso, cuidado y que guarda una suerte de viaje hacia ese lugar en el que se deja atrás el miedo a la crítica, al juicio ajeno y en el que se empieza a controlar el “síndrome de la impostora”.

Canciller es, en definitiva, una artista que nos recuerda a artistas como La Bien Querida o Zahara, pero que bebe de influencias como Fleetwood Mac, Björk, Cat Power, Feist o PJ Harvey. Una propuesta con sonido pop, una voz dulce y personal, historias sinceras y la experiencia de una mujer que busca su espacio en la industria.

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