Hay muchas historias que merecen ser contadas. Y muchas que no deberían olvidarse. NUNCA. Parece mentira que hayan pasado ya 20 años desde el desastre ecológico del Prestige en las costas gallegas que todos deberíamos recordar, en especial por el poco entusiasmo de toda calaña política por recordar los errores de entonces, todo lo que pasó y cómo lo gestionaron los de arriba para que todo se diluyese sin que nadie asumiese responsabilidades. Un poco como siempre. Estamos en un país que considera tragedia nacional que un grupo de millonarios que dan patadas a un balón tengan que volver de no se qué país sin libertad donde más millonarios mantienen a la población manipulada y dormida con los mismos circos que ya usaban los romanos. Todas estas son sensaciones que vuelven, en modo regresivo, leyendo las magníficas páginas, testimonio y denuncia de estos autores que han antepuesto, como los periodistas de antes (no confundir con los buitres babosas de ahora) acabar de contar y dibujar su historia por encima de todo.
“La cuenta atrás” es el original parto de un drama hacia atrás. Conociendo la tragedia ecológica, la historia comienza aproximadamente nueve meses después del naufragio del Prestige que acabaría bañando de mareas negras miles de kilómetros de costas, aunque muy especialmente las gallegas, donde el pueblo de Caldelas se convierte en escenario principal de la historia. Empezando por el final, es decir, cuando las mentiras políticas, las cortinas de humo y los sobornos a través de supuestas ayudas y subvenciones han logrado que la sociedad pase al tema siguiente y olviden lo ocurrido. Allí, una serie de personajes tan de la calle como creíbles (políticos, periodistas, pescadores…) hilan el resumen de lo que pasó volviendo poco a poco al inicio de todo, en un engranaje narrativo perfectamente medido y desarrollado por los autores desde todos los puntos de vista.
La catástrofe del Prestige fue en 2002, la primera parte de “La cuenta atrás” se publicó en 2007 y ahora al fin, rascando recuerdos y las mismas verdades que incomoden a los que se den por aludidos y que nos recuerden a todos lo que siempre puede volver a pasar, llega gracias a ECC la obra completa, en tapa dura y cuidada edición donde la tinta, gracias al prodigioso dibujo de Sergi San Julián casi huele a mar. Con gran acierto, nos introducen y despiden esta obra dos conocidos gallegos que entienden como sólo pueden hacerlo ellos de qué habla esta novela gráfica. A modo de prólogo nos invita a leer el escritor, periodista y poeta Manuel Rivas. Y una vez leída la obra, el gran dibujante y guionista Miguelanxo Prado cierra el libro con otro texto donde deja bien claro que este “es uno de esos libros que ‘había que hacer’, que no podía ni debía quedar en el cajón los proyectos fallidos, y que ha tenido una gestación complicada e incierta”. La parte completista de “La cuenta atrás” se cierra con un epílogo extra en forma de viñetas. Nada menos que 20 páginas en blanco y negro, tan crudas en su blanco y negro como su contenido, que explica uno de los autores, el guionista Carlos Portela: “como la realización de la segunda parte de ‘La cuenta atrás’ se demoró bastante, entre medias se publicó la sentencia del juicio del Prestige y se nos ocurrió la posibilidad de relatar a través de un epílogo cómo afectó a los personajes, pero finalmente pensamos que rompía la estructura de la obra, por lo que hemos decidido incluirlo únicamente como extra”*.
Este libro, como la vida misma cuando sabemos que en las tragedias del mundo real siempre salen impunes e incluso reforzados los de siempre, nos deja un sabor amargo, a derrota, después de hacernos pensar bastante e incluso invitar a varias relecturas de un suceso que marcó la vida de tantos kilómetros de costa como de gente. Quizás por esto último, por la gente y su capacidad de unirse, por encima de ideologías o intereses, el dibujante Sergi San Julián es capaz de encontrar algo positivo tras la evidencia de tantas cosas negativas: “no veo grandes cambios, sino más bien tendencias agravadas por la crisis, la COVID, la guerra, etc. Ya existía en nosotros esa creencia de que podíamos reducir nuestra participación social a un voto cada cuatro años, o la democracia a lo que un señor nos regaló hace 40. La cultura del clickbait no es más que la versión con esteroides de una tendencia de más largo alcance. Sin embargo, y aunque soy un pesimista político, en el fondo soy un optimista social: la gente de este país acostumbra a sacar lo mejor de ella cuando nuestros gobiernos se meten en callejones sin salida. A la espera estoy del siguiente ciclo de hartazgo”**.
*/** Sacado de la entrevista a los autores realizada por Álvaro Pons que se incluye en el propio libro.
SOBRE LOS AUTORES
Carlos Portela (Vigo, 1967). La trayectoria de este guionista nace de la transversalidad de dos mundos: el audiovisual y el cómic. Por lo que al noveno arte se refiere, ha realizado obras como Impresiones de la isla, con Fernando Iglesias; Los Heresiarcas, dibujada por Das Pastoras; o Gorka, formando equipo creativo con Iglesias y Sergi San Julián.
Junto a Purita Campos inició Las nuevas aventuras de Esther, que supuso el regreso de este icónico personaje del cómic español y que derivó en la publicación de tres libros y dos novelas: Esther cumple 40 y La elección de Esther.
En su bibliografía también destaca La cuenta atrás, obra creada junto a Sergi San Julián que, inspirada en la catástrofe del Prestige, fue galardonada con el II Premio de novela gráfica social de la Fundación Divina Pastora.
Sus proyectos más recientes dentro del campo de la historieta son No a menos de 1000 pies de distancia y el final de Las nuevas aventuras de Esther, que dibujarán Keko y Aneke, respectivamente.
En su currículum audiovisual hay que destacar su trabajo en Xabarín Club, programa icónico de la CRTVG, o la coordinación de guion de Historias de Galicia. Sin embargo, la mayor parte de su carrera la ha realizado creando guiones para series de televisión como Las chicas del cable, Velvet Colección, Hierro, Velvet, A lei de Santos, Bajo sospecha, Auga seca, Hospital real, Padre Casares o Matalobos. Actualmente trabaja en Secuoya Studios desarrollando la serie Zorro. También es subdirector de Viñetas desde o Atlántico, festival del cómic de A Coruña.
Sergi San Julián (Barcelona, 1973) se dio a conocer al gran público con Gorka (Camaleón Ediciones), serie de fantasía heroica que inició en solitario y continuó con la colaboración de Albert Monteys. Más tarde, retomó al personaje en una miniserie escrita por Carlos Portela, con Fernando Iglesias (Kohell) realizando los storyboards.
A lo largo de los años ha participado en sagas creadas por otros autores: en Fanhunter: Celsquest (Ediciones Fanhunter), con guion de Roke González y color de Oriol San Julián, y en Los Reyes Elfos: Historias de Faerie II (Dolmen), donde dibujó una historia escrita por Víctor Santos.
Para el mercado francobelga dibujó Interface (Dargaud), con guion de Dominique Latil y color de Oriol San Julián. Y colaboró con el guionista Xavier Morell en la miniserie Lunita (Amigo Comics), publicada en EE.UU.
Trabaja de forma habitual con la agencia Comicon, para la que ha realizado la serie Technomage (Carlsen) con Josep Maria Polls, David Parcerisa y Oriol San Julián. Además, ha colaborado en las cabeceras Micky Maus y Power Rangers, y creó junto a Alexis Capera The Staff, serie de tiras cómicas sobre las vicisitudes de la profesión.
Su obra como humorista gráfico ha tenido difusión en diversos periódicos, revistas de humor y publicaciones alternativas: Kale Gorria, Ardi Beltza, Avant, Setmanari de Comunicació Directa, l’Accent o El Jueves.
En su bibliografía ocupa un lugar muy destacado La cuenta atrás, novela gráfica escrita por Carlos Portela que por fin se publica de forma íntegra en el presente volumen.
