Malos encuentros con las lesiones y las inevitables dudas que derivan de éstos no le habían permitido tener la continuidad necesaria para lo que ha logrado este 2023. Nuestro atleta madrileño con pasado japonés siempre fue rápido, desde sus inicios en el Club de Atletismo Suanzes de San Blas, un mediofondista capaz de poner en evidencia a algunos de los velocistas rojinegros en los entrenamientos. Derrochando calidad y clase, difícil de controlar en los rodajes, donde la fibra rápida no desaparece y siempre le pide más, como a Flash, su superhéroe preferido. Decantarse por el 800 y 1.500 le ha llevado a la élite nacional, mas dicen que “para ir bien por abajo hay que ir bien por arriba”, y Samuel ya nos había dejado muy buenos registros en los 10K de, por ejemplo, la San Silvestre Internacional y Alcobendas.
Hace unos años que sintió que necesitaba un cambio y, tras pasar con su amigo Eduardo Rodríguez Fajardo por el Surco de Lucena, fue a caer en la Real Sociedad; el lugar donde quizás no se haya forjado, pero donde sí ha podido tocar sus ritmos más frenéticos en entrenamientos y ha conseguido sus mejores resultados hasta la fecha. Unas marcas y medallas que tal vez pasan más desapercibidas en la capital que si nos encontrásemos en un pueblo o ciudad más pequeña, puesto que el nivel del medio fondo en Madrid es muy alto y, sobre todo, muy numeroso: hay muchos atletas que corren mucho. Es por esto que queríamos dedicar este pequeño espacio a destacar los méritos más sobresalientes de este joven atleta de la Real que se ha ganado el patrocinio de Skechers y que, además, junto a Víctor Seco, es uno de los fotógrafos que se está haciendo con mayor fama en el pequeño pero muy activo mundo del atletismo.
Fue ya en la pista cubierta donde fue despejando dudas y nos pudo ofrecer su primera gran actuación. Samuel entraba segundo con 3:47 en la final de los 1.500 metros lisos del Campeonato de España Sub23 en Antequera, corroborando su buen estado de forma y sus ganas de hacer algo grande esta temporada. Salió con una actitud muy valiente detrás de Mohamed Attaoui, del Playas de Castellón, que ha sido uno de los atletas más rápidos en consagrarse a nivel absoluto. Sólo se le escapó a falta de un par de vueltas. Por los ánimos de su entrenador, y por él también, sabemos que podría haber dado más en esta final, pero prefirió reservarse. Pudo entrar más cerca, recrearse en una carrera para el recuerdo, pero la temporada es muy larga y tal vez no era el momento. Además, Attaoui presenta un cambio para zafarse de sus contrincantes que desmoraliza, y todavía guarda fuerzas para en la recta final llegar a medirse a los mejores en mítines internacionales como el que vivimos en Vallehermoso.
También Samuel ha podido correr hombro con hombro con nuestros mejores hombres de panorama nacional, como Adrián Ben, finalista olímpico y cuarto del mundo en Budapest. Y en la esperada final al aire libre tuvo el escenario perfecto para demostrar su talento natural y confianza trabajada. Era el gran objetivo de la temporada, en Sabadell, y a su lado de nuevo Attaoui y, esta vez, también el campeón internacional Pol Oriach. Una situación en la que sólo el bronce parecía posible, pero había mucho más nivel que en la pista cubierta y, todo el que haya tenido la oportunidad de realizar una carrera de media distancia en pista, sabrá que a al más mínimo movimiento desafortunado, a la más mínima decisión precipitada o distracción, te puedes quedar cortado o encerrado y ya sin ninguna opción de nada, aun teniendo la fuerza. Pero Samuel no falló, ni sus fuerzas ni su estrategia se equivocaron. Medalla de bronce para él justo por detrás de las dos bestias por ahora (y sólo por ahora) inalcanzables. Paró el crono en 3:46, un segundo más veloz que la otra vez, pero de nuevo echando el freno al verse seguro tercero. Una marca personal que, por lo que vimos, tiene potencial de sobra para batir dentro de poco. Esta final de la que hablamos fue una carrera muy táctica en la que se corrió por una medalla y no por un número, como suele acontecer en los Campeonatos.
Aunque Samuel sabe, y todo atleta de élite sabe, a pesar de que tenga la capacidad de superarse, lo duro, difícil y complicado que es este oficio y lo rápido que puede dar la vuelta y ponerte en tu sitio, tanto si estás arriba como si estás abajo… hay que seguir trabajando. Y la recompensa por este trabajo la pudimos ver al cruzar la línea de meta en la celebración de puños cerrados apretando la gran satisfacción de su sonrisa.
Desde LH queremos presentarle todo nuestro ánimo a seguir en la trinchera luchando y también ayudándonos a dar imagen con sus fotografías y vídeos profesionales a las voces de “Las Noches de Sergio Carro”. Aquí donde siempre nos gusta más mostrar el lado oscuro de la vida y el barro de los crosses, antes que a ese otro atleta ajeno en perfecta sintonía con su mente, zapatillas y la pista; sin embargo, en esta ocasión creíamos que nuestro amigo Samu merecía este homenaje.
Ánimo a seguir donde la mayoría han caído, donde tan sólo unos pocos de pocos han llegado y donde todos, algún día, son olvidados.