Tesoros a encontrar en la Feria del Libro de Madrid (13): “La Luz” de Antonio Seijas, publicado por Edicions de Ponent, incluyendo extensa entrevista con el autor

0
1341

“LA LUZ”

EDICIONS DE PONENT

La obra de Antonio Seijas no deja indiferente. Y si bien siempre he asistido maravillado a sus portadas de discos (MarillionThe Wishing TreeGazpacho), cuando tuve la suerte de leer su primer y multipremiado cómic “Un hombre feliz”, me quedé aún más boquiabierto. Porque Antonio Seijas es un artista conceptual admirable y todoterreno capaz de transmitir en toda forma de expresión a la que se enfrenta. Y además, se le da muy bien contarnos historias en viñetas con un estilo que no se parece ni se puede comparar al de nadie. En este nuevo “La luz”, que hasta la fecha sólo ha cosechado merecidos elogios de crítica y público y al que desde aquí nos sumamos recomendando la obra, insisten su originalidad y fusión del diseño con el dibujo de un modo único, en un relato que en realidad son varios, marcados por las agoreras cartas de un tarot que cuenta la vida de los personajes protagonistas. Proyecto que le ha llevado años al autor para luego ser terminado en apenas semanas, es claramente producto de un acto de inspiración en estado puro, tan único como sentido hasta límites en que resulta imposible no fundirse con “La luz”.


Antonio Seijas: Ares (A Coruña) 1976. Desde 2004 ha ganado numerosos premios en concursos de cómic, como el Certamen Castelao de Cómic con “Un Hombre Feliz”, con un jurado compuesto entre otros por Miguelanxo PradoRubén PellejeroJorge ZentnerDavid Rubín…Cómic posteriormente ganador del Premio del público al mejor guión en el Saló del Cómic de Barcelona 2008. Ha publicado en gallego la novela gráfica “Cartas de Inverno” obra que ganó el Premio Isaac Díaz Pardo al mejor libro ilustrado en Galicia en el 2012 concedido por la Asociación Galega de Editores. Ha participado en diversas exposiciones, tanto en España como en el extranjero y actualmente además de hacer cómic ilustra portadas de discos, libros, ilustración infantil.

 
ENTREVISTA CON ANTONIO SEIJAS
 

En alguna entrevista has declarado como a la relativa lentitud con que trabajaste en “La Luz”, acabarlo fue algo muy rápido. ¿Qué motivó la inspiración “repentina” para poder concluir la historia? 
Eso es un misterio, por razones de tiempo y una total falta de claridad por mi parte, la obra casi no avanzó durante años, y después ves que se agolpa todo en la cabeza en un momento. No sé qué procesos mentales llevan a esto, le estaba dando vueltas como hacía de vez en cuando, pero en ese momento todo encajó, supongo que todo se fue cociendo a fuego lento hasta que la cabeza encuentra su orden interno sin consultarte, jajaja. No sé, no me gusta hacer algo por hacer, si no estoy sintiendo que lo que hago es lo correcto prefiero no avanzar por que sí. Paro el tiempo que haga falta. Esto fue lo que pasó, y al final cuando tienes todo tan claro que parece que te lo están dictando no puedes desaprovechar el momento. ¡Ahí fui con todo!
Como en todos tus relatos gráficos, la intensidad de lo que cuentas y la realidad de los personajes es tal que parece que estés llevando a imágenes recuerdos que de verdad tú has vivido. ¿Hay trozos de tu vida en los dibujos de tus historias? 
Realmente no, puedo asegurar que nada es autobiográfico, pero sí que me meto mucho en la piel de los personajes, en sus situaciones hasta hacerlas mías, tengo que sentir lo que estoy contando para poder transmitirlo. Eso sí, al ser obras propias por completo al final tiene que haber un reflejo de uno mismo de manera más o menos inconsciente. Y ya no sólo me refiero a cosas puntuales, como que al protagonista de “Un Hombre Feliz” le guste la fotografía y tenga pasión por los libros, cosas en las que coincidimos, o que se pueda intuir mi amor por el mar, o que algún pensamiento de algún protagonista pueda ser puesto en mi boca sin ningún reparo. Me refiero a que por ejemplo al terminar LA LUZ, no antes, si no cuando al final de todo lo leí. (Los textos, los diálogos en mis cómic suelen ser improvisados y apenas los releo una vez para corregir alguna cosa). Al verlo terminado fui consciente de que había volcado mi alma en este libro. Este libro, si lo leéis, si lo contempláis, estaréis asomándoos a lo más profundo de mi, a lo más profundo e íntimo de mi alma. Creo que ningún otro de mis trabajos tiene tanto de mi “yo” más interior. Me acerqué tanto a la oscuridad que rocé la luz mientras lo hacía. Fue algo maravilloso y estoy seguro que la gente que lo lee lo nota, porque así me lo está asegurando mucha gente. Este libro tiene “algo”. 

Con una más que amplia carrera profesional a tus espaldas como diseñador gráfico, tan cercano al mundo de la música que también motiva nuestra revista, ¿qué te aporta como artista el formato y medio del cómic? 
Con ambos trabajos siempre trato de transmitir algo, unos pensamientos, unas sensaciones, unas atmósferas… Y las imágenes son la base para todo eso, son mi herramienta. Mi manera de pensar creo que es muy visual, funciono a base de imágenes, entonces las dos cosas están ligadas por ese punto. La diferencia, lo que me aporta el cómic es principalmente el uso del texto, ahí es donde me permito no dejar caer todo el peso del significado sólo en la ilustración. Y me siento cómodo. De muy pequeño me gustaba escribir historias, después también escribí algo parecido a poesía, ahora lo escribo a través del cómic, y tampoco descarto escribir un libro 😀 
El cómic me aporta libertad total, porque aunque los grupos te puedan dar libertad para que les diseñes el disco, al final eres dependiente de lo que esa música y esas letras te transmiten, no puedo hacer lo que quiero si no veo que encaja con eso. 
Vista la amplia y unánime reacción positiva de los medios antes tu nueva obra, ¿te animas a dar fin a otras ideas que tengas en el tintero y centrarte en algún momento en este género? 
Estoy muy, pero que muy contento de cómo se está recibiendo este cómic, tanto por los medios como por la gente que me escribe a través del facebook, del email… Y mucha de esa gente era ajena al cómic, eran más lectores de novela, etc. Eso es estupendo. Percibo como la gente se emociona, como reciben el mensaje que la historia transmite. Tengo otro cómic prácticamente acabado, anterior a LA LUZ, a lo mejor le doy alguna vuelta más e intento publicarlo. También tengo sin mostrar mi primera obra larga, que quedó finalista del Certamen Castelao. Y otro más, bastante experimental, también a falta de alguna revisión. No me importaría poder ganarme la vida centrándome en el cómic, es algo que me gusta mucho y tengo bastantes ideas, pero lo veo complicado, primero porque no es fácil, y en segundo lugar porque vivo bastante alejado de lo que es el mundillo del cómic, ni participo en foros ni leo apenas cómics, ni suelo hablar de cómic con nadie ni a través de las redes sociales ni nada. Supongo que eso no facilita que la gente del mundillo me conozca, ni los aficionados, etc. Yo disfruto haciéndolos, y leyendo alguno en concreto que llega a mis manos, y ahí termina mi relación con el cómic. Pero claro que sería estupendo que mis obras llegaran a un gran público y que pudiera centrarme en esto. Estoy abierto a mecenas o sponsors 😀 

Llama poderosamente la atención tu estilo visual, ligeramente ligado a tu forma de diseñar pero radicalmente original y diferente al trabajo de cualquier otro artista de este país. ¿El tuyo es un estilo intencionado para separarte de comparaciones o hay algún autor u obra que te hayan influenciado para llegar a tu marca personal? 
Los que me conocen profesionalmente saben que me gusta mucho variar y experimentar con los estilos, me gusta llegar a la esencia de cada trabajo que tengo que hacer y plasmarlo lo más fiel posible. El estilo sólo me preocupa en cuanto a que es el medio que me permite llegar a eso. Nunca lo usaría para diferenciarme o parecerme a alguien. Uso el estilo que me “pide” cada trabajo. En cómic también. No descarto hacer alguno totalmente diferente. Como comentaba antes no conozco muchos autores de cómics, y no puedo separar lo que me inspira para ilustrar o dibujar de lo que me forma como persona. Quiero decir que seguramente no me influye o inspira más un dibujante que el paisaje en el que me he criado, la luz de un amanecer o algún libro que haya leído. 

Cuando enseñé algunos dibujos a un editor y dibujante por primera vez, de manera bastante espontánea, con ya veintitrés o veinticuatro años, no recuerdo exactamente, me envió un email diciéndome que lo dejara, que no intentara hacer nada de cómic, que no servía para eso, que como mucho podía hacer algún dibujillo como hobby, pero que ni me planteara nada más. Su otro gran consejo fue que en todo caso tenía que dibujar con un estilo clásico, como el suyo, que si intentaba hacer algo diferente como lo que yo hacía o era un genio o siempre me compararían con alguien conocido y no dejaría de ser un mero imitador. Y que yo no era Bill Sienkiewicz. Lo primero que hice al acabar de leer su email fue buscar a ver quién era ese tal Sienkiewicz y lo segundo seguir dibujando lo que me daba la gana.Un Hombre feliz ganó el Certamen Castelao, con gente en el jurado como Miguelanxo PradoRubén PellejeroJorge ZentnerDavid Rubín… Y después ganó el Premio del público al mejor guión en el Saló del Cómic de Barcelona 2008. Mi segunda novela gráfica fue “Cartas de Inverno”, adaptación de una novela juvenil de terror de Agustín Fernández Paz, y que ganó el Premio Isaac Díaz Pardo al mejor libro ilustrado en Galicia en 2012, concedido por la Asociación Galega de Editores. LA LUZ será mi primera obra sin premio seguramente, jajaja, pero está gustando mucho. Con esto quiero decir que no hace falta ser un genio para poder llevar adelante tu propio estilo sin tener que estar pendiente de lo que le parezca a la gente. Estoy muy satisfecho cuando hay personas, algunas de ellas profesionales del medio, que me dicen que lo que yo hago es totalmente diferente a los demás, que nadie lo hace como lo hago yo, que es un estilo muy distintivo, porque así se demuestra que cada uno puede hacer lo que siente sin temor a comparaciones ni a nada. No me preocupa parecerme o diferenciarme de los demás, hago lo que siento que tengo que hacer. 
¡Y eso tampoco es una bendición!, es lo que hay, y me encuentro con que alguna vez que he enseñado alguna página a alguna editorial, con el cómic acabado, no quieren ni saber de qué va, ni quieren verlo entero porque no les interesa el estilo, no es lo que se lleva, no está de moda. Aprovecho para agradecer desde aquí a Paco Camarasa y a De Ponent su abierta disponibilidad a leer todo lo que les he enviado con sumo interés y amabilidad. ¡Y les agradezco que me publiquen, claro! 
¿Cuánto de artesanal y cuánto de digital hay en “La Luz”? 
LA LUZ es completamente digital al igual que Un Hombre Feliz, a excepción de algunos dibujos hechos a rotring de la pequeña historia titulada “Soplar al viento”.  Me siento muy cómodo trabajando así, ¡dando pinceladas más que dibujando! Nunca hago story board previo ni bocetos de ningún tipo, eso todo es siempre un proceso mental, nunca sobre el papel ni la pantalla. Lo que sí me gusta tener bien atada es la estructura.

Se acaba de publicar un libro en el que participas como ilustrador, “La oruga en el bosque creciente”, junto a Ramon Loureiro. ¿Qué se impone más a la hora de diversificar tu arte: poder vivir de él o poder desarrollarte como artista completo trabajando en todo tipo de formatos y medios? 
Creo que todo tiene que ver, por un lado no estoy en disposición de rechazar todos los proyectos que me llegan para enrolarme sólo en mis cosas personales, ¡ojalá!. Por otro lado siempre estoy abierto a proyectos de todo tipo por eso mismo que comentas, todo puede ser un reto, no quiero caer en la comodidad de repetir un estilo hasta ser una caricatura de mí mismo, y los diferentes proyectos me permiten experimentar mucho y crecer. Respecto al caso que comentas, Ramón Loureiro sea posiblemente el más grande literato gallego de la actualidad, obras como “Las Galeras de Normandía” y el resto de su trilogía del norte son obras maestras. Le tengo una gran admiración como escritor y un gran cariño en lo personal. Es un honor poder ilustrar uno de sus textos. 
¿De qué depende que te centres más en una nueva clase de proyecto? Imagino que los encargos de grupos musicales llevan plazo de entrega, pero y los que son de cosecha propia como tus cómics, ¿los ofreces y consigues editorial antes de trabajar en ellos o procedes de modo inverso y trabajas primero para encontrarle distribución después? 
Es difícil de explicar porque no sé como sucede, parece que todo viene dado de un modo que uno mismo no escoge. Todo va surgiendo de manera natural, por ejemplo, aunque quiera centrarme en hacer un nuevo cómic si en ese momento estoy liado con otra cosa no puedo hacerlo, y si a lo mejor me apetece diseñar un disco o un libro infantil resulta que no tengo ningún encargo de ese tipo. Entonces voy un poco atendiendo a lo que se me presenta. 
Los cómics me gusta hacerlos por completo, acabarlos, como te comentaba antes, con mi propio estilo, y si una vez acabado alguien está interesado en publicarlos pues genial, pero lo que tengo claro es que no voy a hacerlos de algún modo o estilo concreto para que sean más fáciles de publicar. Los hago como quiero. No me gustaría presentar unas páginas y que me dijesen que si las cambio o las modifico me las podrían publicar. No funciono así, porque ya no serían proyectos personales. 

¿Hay alguna obra, del formato que sea, de la que te sientas especialmente orgulloso? 

Por distintos motivos podría citarte mis trabajos con Marillion por ser mi banda favorita de siempre; mis diseños para los discos de los noruegos GAZPACHO porque creo que he creado un estilo muy personal que encaja perfectamente con el espíritu de su música; 
El diseño de diversos logos para la fundación benéfica de David Lynch porque es uno de mis directores favoritos y además me llegaban por email sus indicaciones directas, y por último esta novela gráfica, LA LUZ, porque es la obra en la que más de mí he puesto y mostrado, es especial.

Cuando es una banda la que te encarga la portada de su disco o al arte que va en el libreto interior, ¿aceptas trabajos de todo tipo de músicos o hay algún tipo especial de música que te motive a la hora de crear? 

Tengo la suerte de que la mayoría de trabajos que hago son para grupos de rock progresivo, con lo que no me puedo quejar. También me gusta la música clásica pero de eso aún no he hecho nada. Por lo general no tengo problema en aceptar ningún tipo de encargo, porque sea lo que sea siempre pongo el corazón en lo que hago y lo hago con el máximo respeto y profesionalidad. Es lo mínimo que merece cualquier cliente. Tengo que ponerme en su piel, tratar de sentir lo que esa música quiere transmitir y plasmarlo de la manera más adecuada posible. Cualquier proyecto puede ser bienvenido. 
 
¿Cómo te sentiste personalmente cuando una de las que creo tus bandas favoritas como son Marillion te eligieron para trabajar con ellos? ¿Fue trabajar con la banda tan idílico como disfrutar de su música? 
Sí, totalmente, lo que tienen de grandes músicos lo tienen de grandes personas. Son muy profesionales, accesibles, amables, cariñosos. Me dan absoluta libertad y me tratan con un respeto que pocas veces veo, a pesar de ser quienes son, una banda mítica y reconocida en todo el mundo. Me tratan como a alguien de su familia, no tiene precio. Para mi trabajar con ellos fue como un sueño, que te escojan para hacer 200 imágenes, que te inviten a su estudio para hablar del artwork, que te confíen eso no tiene precio. ¡Son los más grandes! 
 
 
Documento sin título