Resulta curioso que a la buenísima noticia de esta nueva obra editada de Javi Rey, que os recomendamos sin dudarlo tras haber disfrutado de su colorida lectura, se una la evidencia de una triste realidad: el decrépito género humano. Sin ser extremistas, porque tampoco vamos a cambiar el mundo desde aquí, «Un enemigo del pueblo» se basa en la obra teatral en cinco actos del mismo título que el dramaturgo noruego Henrik Ibsen publicó nada menos que en 1882. El tema principal, ya entonces, es la corrupción inherente al exceso de poder y la impotencia de luchar, incluso con la razón en la mano, contra quienes lo ostentan y las masas aborregadas que les siguen. Estamos en 2023. Y cuando escribo estas palabras acabamos de sufrir unas elecciones municipales y autonómicas cuya consecuencia son otras elecciones, nacionales esta vez… Honestamente resulta difícil ser optimistas si miramos alrededor, a lo que nos rodea: luchas de poder, guerras reales en diferentes partes del mundo, de las que muchas veces sólo sabremos si a los medios de comunicación de turno les interesa posicionarnos… Como especiem queda claro que no avanzamos, porque el hecho de que la obra de Henrik Ibsen, magistralmente adaptada al terreno de la novela gráfica por Javi Rey, siga hoy en día más vigente que nunca sólo confirma la grandeza de un trabajo capaz de sobrepasar al tiempo en que fue escrito. ¿Sería consciente Ibsen de que incluso la trama, ambientada en un pueblo costero, sería tan fácil de imaginar en cualquier otro punto del planeta sin importar país, región o grado de avance?
Se abre el telón, aquí dividido en un prólogo, tres capítulos y un epílogo, y llegamos en barco a una isla donde el nombre que más importa es el del milagroso balneario «La ballena feliz», un «paraíso termal donde pasar unas vacaciones de ensueño». Como en tantas costas y ciudades reales, un buque cargado de turistas hambrientos de evasión, inunda la tranquilidad de un entorno idílico donde parece ser que no todo es tan ideal como lo pintan. El balneario fue una idea de los hermanos Stockmann: Peter, actual alcalde, a costa de lo que sea, de la ciudad que controla el balneario y Thomas, la parte sensata y doctor para los turistas, que discute por el bien de todos los métodos de su hermano. Sin revelar aquí demasiado de la trama, Thomas sí obtiene una revelación que le hace oponerse completamente a su hermano, creando un conflicto en el que la razón debería ganar por el bien de la mayoría y donde, si embargo, no sabemos qué puede pasar al final.
Los temas que salen a la luz son tan evidentes, tan cotidianos de nuestros días, que el relato visual del autor nos atrapa desde la primera página. En primer lugar por la luminosidad absoluta de la línea clara y los abrumadores colores que practica Javi Rey, alumno aventajado de esos autores de los que no niega sus influencias, como Hergé, André Juillard o Miguelanxo Prado. Y en segundo lugar porque la trama original, adaptada a viñetas, mantiene nuestra atención e interés de principio a fin, como una buena novela policiaca donde el protagonista tiene las pruebas que demuestran los hechos y debería alzarse victorioso con la resolución del caso. Sólo que, como ya hemos opinado alguna vez, en el mundo real sólo ganan los malos. No hay más que mirar a las páginas de la Historia. Hoy en día esto resulta más evidente y aterrador a la vez. Sobre todo porque uno de los temas centrales de esta novela gráfica es la preocupación por el medio ambiente, la misma que sale a la luz por nuestros excesos y falta de cuidado con nuestro entorno. Si a eso añadimos el peligro del poder que otorgan las mayorías ignorantes a los verdaderos enemigos de todo lo que no sea el propio poderoso, el circulo se cierra y seguimos en el mundo real. Javi Rey apuntala cada inicio de capítulo con citas demoledoras sobre la democracia tan contundentes como la de Winston Churchill, quien dijo que «la democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre, con excepción de todos los demás». La esposa del sufrido doctor Stockmann lo resume aún mejor en una sola frase dicha a su marido cuando defiende la certeza de un hecho probado frente a las mentiras de su propio hermano: «¿Qué importa que tengas la razón si no tienes el poder?».
Sin duda una obra de dibujo y desarrollo excepcional para pensar mucho, pero también para recordarnos la importancia de no rendirnos nunca. Que pertenezcamos al género humano no significa que tengamos que quedarnos al lado de los borregos ciegos que pastan las mentiras que propician sus amos. Quien sabe, quizás así algún día la razón llegará al lugar que merece.
SOBRE EL AUTOR
Javi Rey
Ilustrador freelance y dibujante de cómics formado en la Escuela Joso de Barcelona. Es en este centro formativo donde sus profesores y compañeros le transmitieron la pasión por el mundo del cómic. En 2007, participó en el libro colectivo Lovexpress (Kaleidoskope, 2007).
Su actividad profesional empezó dentro del mundo de la animación independiente, participando como ilustrador en el estudio Yanquipay, durante la producción de la serie “240 el nen clònic” (TV3, 2009). Trabajó como ilustrador de libros de texto y como story-boarder para diversas agencias de publicidad.
En 2011 comienza su labor junto al guionista Frank Giroud en la obra “¡Adelante!” (Editions Dupuis, 2013-2014). En 2016, tras una colaboración con el Festival de Lyon para el libro colectivo “Web Trip. Relatos y recetas”, Dupuis publicó en Francia su “Un maillot pour l’Algérie”.
En 2016 presentó la adaptación al cómic de la novela “Intemperie” (Seix Barral, 2013) del escritor Jesús Carrasco y bajo el sello Planeta Cómic. Su trabajo aquí le reportó el Premio a Mejor Autor Revelación en el Salón del Cómic de Barcelona 2017.
Entre sus principales y primeras influencias en el mundo del cómic, Rey destaca los trabajos de Miguelanxo Prado, Hergé o André Juillard.