Por mucho que Keum Suk Gendry-Kim decidiese ser plenamente explícita con el título y, sobre todo, con la portada de su nueva novela gráfica Mi amigo Kim Jong-Un, lo cierto es que este libro no es para nada una biografía sobre el dictador que gobierna en Corea del Norte ni un libro centrado en él. Coincidiendo con su publicación en España, tanto en castellano como en catalán, hace apenas una semana la autora (finales de octubre de 2025) volvió a honrar al público español y a sus seguidoras y seguidores presentando este libro tanto en Madrid como en Barcelona (en el Kosmopolis 2025). En el caso de Madrid, el Espacio Fundación Telefónica Madrid albergó una más interesante charla que os recomiendo visionar completa aquí, moderada por la periodista Sara Romero. Allí dejó bien claro que este libro es en realidad más un libro «sobre las personas alrededor de Kim Jong-Un». Y, aunque parezca difícil de creer a este lado de la civilización, que incluye la república de Corea del Sur, la autora se mostró triste al mencionar abiertamente que, en su propio país, Mi amigo Kim Jong-Un ha despertado una gran polémica, llegando al punto en que muchos políticos han demostrado ser incapaces de entender cualquier clase de ironía y no sólo han participado públicamente en comentarios ofensivos, sino que han llegado a «amenazar» a la autora por esta novela gráfica, cuando uno de sus máximos objetivos era sencillamente «lanzar las preguntas adecuadas y hacer pensar a los lectores».

Lo cierto es que el libro de Keum Suk Gendry-Kim ha coincidido temporalmente con el estreno y retorno a la dirección de una gran directora como Kathryn Bigelow, quien firmó para Netflix el thriller Una casa llena de dinamita, película en la que Estados Unidos se enfrenta a la amenaza real de no poder detener un misil nuclear intercontinental lanzado, aparentemente, desde Corea del Norte… Personalmente no creo que sea casualidad la claridad mental de ambas autoras. Más bien, como siempre ha sido el arte: es una forma más de expresar los miedos sacados de la realidad de una sociedad frenética en la que la globalización nos hace más conocedores de los peligros que nos acechan antes que de las maravillas que aún podemos disfrutar. Aunque uno de los mayores aciertos de Mi amigo Kim Jong-Un, sin duda, aparte de consolidar una increíble trayectoria sin fisuras creativas por parte de Keum Suk Gendry-Kim es constatar la consagración de esta autora, ya imprescindible, en su empeño (y logro) de ser una incansable y una de las mejores periodistas gráficas de nuestro tiempo.

Su método: profesional, detallista y perfeccionista, se basa en constatar en sus obras en primer lugar lo que la rodea. Teniendo en cuenta que ella vive en el sur de un país que fue dividido cruel y, de momento, irreversiblemente, por culpa de una guerra atroz, el escenario se muestra cristalino e inevitable y para nada reiterativo: porque hablar de la Corea dividida es hablar de los peligrosos equilibrios de poder que dejan en manos de cuatro lunáticos el destino de todo un planeta. Este libro vuelve a evidenciar además que la obra de Keum Suk Gendry-Kim es un viaje visual a través de su propia vida y reflexiones dibujadas en voz alta, en continuación natural de sus anteriores obras. Así, tras contar la experiencia de su propia madre como víctima de la división de Corea en La espera y, más allá de la muy personal Mañana será otro día que, ante la imposibilidad de tener hijos, la llevó a Perros, donde su pareja y ella decidieron formar familia adoptando a dos perros, lo cierto es que al inicio de Mi amigo Kim Jong-Un nos encontramos con la propia autora paseando con sus perros y su pareja en ese lugar en el que viven todos, la isla de Ganghwa. La peculiaridad que da pie a esta nueva novela gráfica, a partir de la preocupación obvia de la artista: que su hogar se ubica en la línea fronteriza con Corea del Norte. Y a escasos metros de su casa hay una base militar cuyas continuas prácticas militares le recuerdan que, setenta años después del armisticio que puso fin a la Guerra de Corea, las tensiones con sus vecinos del norte, como nos recuerdan los telediarios demasiado a menudo, cada día parecen querer acercarnos más a un nuevo conflicto de consecuencias impensables ya que, volviendo a la película de Kathryn Bigelow, Corea del Norte es una incontrolada potencia nuclear en manos de alguien que se cree dios y dueño del destino de su pueblo.

A partir de esa explícita llamada a una realidad para ella tan presente, Keum Suk Gendry-Kim se adentra en el conflicto Corea del norte-Corea del sur a través de las redes de poder que, a lo largo de una férrea línea oligárquica dejaron, hasta la fecha, a Kim Jong-Un como líder supremo de la República Popular Democrática de Corea. Por supuesto, en el viaje a la historia del árbol genealógico completo de Kim Jong-Un, la autora entremezcla recuerdos propios donde al hermetismo norcoreano se añadió la temprana y enérgica concienciación en toda niña y niño surcoreanos de la necesidad del anticomunismo y odio a sus vecinos. La autora recordaba en esa reciente charla como «en mi generación se nos adoctrinó contra el comunismo: el rojo intenso representaba a Corea del Norte y el azul intenso a Corea del Sur». De ahí la intencionada y original selección cromática de Mi amigo Kim Jong-Un, sin duda un original viaje a otra faceta en el grafismo de la autora que ella misma explicó: «en Hierba y en La espera, mi energía se transmitía a través de mi pincel haciendo líneas más gruesas. Aquí he empleado otros materiales que no son pinceles y el color ha sido trabajado por ordenador». Así, en alusión directa a los colores de su infancia, la autora argumenta como en esta nueva novela gráfica «quería bajar el tono de esos colores para que no hubiese tanto contraste entre lo que ha representado a las dos Coreas, que a la vez es una metáfora de que las dos Coreas pueden dialogar».

La segunda parte del método de Keum Suk Gendry-Kim, completamente integrado en su fluidez narrativa, que nos hace leer y, siempre, descubrir y conocer verdades no siempre cómodas, consiste en recurrir a los testimonios reales de los protagonistas de los acontecimientos que después es capaz de convertir no sólo en viñetas, sino también a veces en suspiros que recitan poesía en sus pausas dibujadas. Como hace un fotógrafo a través del encuadre de su cámara o un periodista a través de la medida de sus palabras, Keum Suk Gendry-Kim no pierde un solo detalle de lo que no sólo ocurre en Corea del Sur. No hay viñetas ni frases de relleno en la obra de esta observadora que, en su aparente descripción de banalidades deja en realidad constancia de la huella de nuestro tiempo. Bastan viñetas donde refleja, resignada, «hoy en día, todos los pedidos se hacen a través de una máquina. La esperanza de vida se alarga, pero los puestos de trabajo van desapareciendo poco a poco» o «en el restaurante había otros turistas comiendo solos. Otra característica de nuestra época: la soledad».
En el caso de Mi amigo Kim Jong-Un son tres los protagonistas de entrevistas reales que hilan el guion de la historia: un francés que había sido amigo de Kim Jong-Nam, el hermanastro de Kim Jong-Un que fue directamente asesinado por el régimen norcoreano en 2017; una mujer norcoreana que sirve como reflejo de la abrumadora realidad, absurdos y peligros que se pueden vivir en Corea del Norte aún hoy en día y, por último, el expresidente surcoreano Moon Jae-In, personaje vital en la historia reciente del conflicto puesto que de su mediación surgieron varios encuentros entre ambos países que, aunque se mostraron incapaces de resolver el problema, ofrecieron esperanza durante un tiempo.

En la última parte del libro y, sin abandonar un tema en el que la pericia argumental de Keum Suk Gendry-Kim nos sumerge de principio a fin, deja para el final una historia que, curiosamente, recuperó posiblemente del olvido cuando asistió en 2023 a la Feria Internacional del Libro de Bogotá, en Colombia. Superando siempre la ficción, la autora descubrió por casualidad la historia de Pepino, un niño al que un grupo de soldados colombianos que fueron a luchar a la Guerra de Corea, sacaron del país al acabar la guerra escondido en un mochila. Corroborada la historia incluso por uno de los soldados supervivientes que llegó a conocerle, la Historia escrita por los que siempre quedan olvidados entre las líneas de los grandes eventos, hay que leer para creer. Nos quedamos con esa labor lograda una vez más por Keum Suk Gendry-Kim, presente en todos sus libros: hacernos recordar, hacernos pensar. «Yo creo que los libros tienen este tipo de poder», reflexionaba la autora de hecho ante la importancia de que una lectura nos haga preguntarnos cosas. En todos los casos, ya sea por su relajada elección de colores, por su forma de contar o por la importancia de transmitir un mensaje inequívocamente pacifista y esperanzador, obviando o pasando por encima de la efectiva llamada de atención de la portada de Mi amigo Kim Jong-Un, lo cierto es que 2025 acaba con una nueva obra imprescindible de una autora que nunca nos cansaremos de recomendarte que leas, mires y descubras. Impecable, por cierto, la espléndida edición en tapa dura y papel que resalta el tono amable de los colores en que se desarrolla esta novela gráfica.

SOBRE LA AUTORA

KEUM SUK GENDRY-KIM
Nació en Goheung, en la provincia de Jeolla (Corea del Sur). Se licenció en Bellas Artes en la Universidad de Sejong, en Seúl, y terminó su formación artística en la École Supérieure des Arts Décoratifs de Estrasburgo. Vivió diecisiete años en Francia y empezó a publicar dibujando sus primeros cómics para el mercado francés, de los que destacamos Le chant de mon père (2012), Jiseul (2015) o L’arbre nu (2020); también ha ilustrado numerosos álbumes infantiles y traducido más de cien libros. Sin embargo, fue Hierba (2017; Reservoir Books, 2022), una novela gráfica publicada originalmente en Corea, la que mayor proyección le dio, con traducciones a más de cuarenta idiomas y premiada con los más prestigiosos galardones internacionales. En concreto, en España ha recibido el Premio Antifaz del Salón del Cómic de Valencia, el Premio Splash del Festival de Sagunt y el Premio del Cómic Aragonés, todos ellos al mejor cómic internacional editado en España. A esta obra le han seguido, hasta la fecha, cuatro libros: La espera (2020; Reservoir Books, 2023), Perros (2022; Reservoir Books, 2024), Mañana será otro día (2023; Reservoir Books, 2024) y Mi amigo Kim Jong-un (2025).







