Han sido tantos los amagos de esta banda en los últimos años a la hora de alertarnos sobre
un posible cese de actividad por jubilación, que cualquier disco que saquen, aunque sea de
versiones, tiene un valor especial y sobre todo, mucho mérito. Y aunque es posible que los
puristas o los escépticos puedan restarle valor a este trabajo antes de escucharlo solo
porque las composiciones que le ocupan no están compuestas por ellos, seguro que caen
en la evidencia una vez escuchado, de que está a la altura de cualquiera de los álbumes de
escritura propia que esta banda ha publicado de forma tan exitosa en el último tramo de su
carrera.
Lo que está claro es que Deep Purple están muy lejos de jubilarse o de caer en
decadencia presas de su propia leyenda, ya que precisamente en esta segunda juventud
que ellos mismos se están brindando, han tomado decisiones muy acertadas que han
encumbrado más su alargada sombra. El álbum ha sido tratado con un innegable deseo de
disfrute para todos y en el que cada uno de los músicos implicados han tenido su espacio
para enriquecer los títulos originales que aquí versionean. Canciones como “7 And 7 Is”,
“Rockin´ Pneumonia And The Boogie Woogie Flu”
o “Oh Well” tienen una nueva cara de la mano de estos septuagenarios que podrían pasar por cuarentones llenos de sueños e ilusiones, o de veinteañeros juguetones y descarados que sólo piensan en pasarlo bien.
