En el mundo del cómic, o al menos sobre el papel y en toda portada en que figuran el nombre de guionista y dibujante, el mérito de una buena obra se reparte habitualmente entre ambos. Aunque a veces las imágenes en los salones del cómic son interminables colas para conseguir un dibujito de algún artista célebre mientras algunos escritores, que sólo dedican y firman, tienen tiempo, si se tercia, de emplear hasta caligrafía gótica para pasar el rato dada la diferencia de asistentes. Por supuesto hay lugar para todo y también se dan a menudo autores completos que, después de mucho dibujar guiones ajenos, prefieren hacerlo todo por si solos. Desde este rincón virtual entendemos que, en las mejores historias y recomendaciones, cuando son varios los artistas que participan en un cómic, la labor de todos es igual de valiosa. Por eso cuando encontramos datos e imágenes no olvidamos mencionar incluso a los coloristas, que también a veces se constituyen como nombres propios… sólo piensa en la magia de Dave Stewart, por ejemplo. Sin embargo, con los pies en el suelo y cuando visitas tu tienda de cómics favorita rodeado de buscadores de nuevas experiencias sensoriales, la mayoría empezamos por caer en lo que salta a la vista y nos lanzamos a la portada más vistosa o espectacular (dibujante: 1, guionista: 0). Por supuesto nombres como Neil Gaiman se anteponen a la miríada de dibujantes grandiosos con los que ha colaborado, pero no siempre es el caso. Aunque hoy, y quedándonos mucho más cerca, queremos hablaros y recomendaros dos de las últimas obras, entre muchas, que se han editado en castellano firmadas por el más que efectivo guionista, escritor, historiador y docente Salva Rubio. Editadas ambas por Norma Editorial, se trata de Los Zazous. Swing contra los nazis y La Estatua de la Libertad, unidas ambas por el impetuoso buen hábito de este autor de investigar, recrear e inventar historias reales que merecen no ser olvidadas nunca.
En su página web, en la que recopila todo aquello en lo que ha involucrado su afición por las palabras Salva Rubio lo deja claro: «escribo sobre gente que cambia su vida para siempre. Una vez leí que si uno siente curiosidad por algo, para mejor colmarla debe escribir un libro sobre aquello que la despertó. Este ha sido, sin duda, mi aliento desde que empecé mi carrera como escritor y guionista: la imposibilidad de dedicarme a un único género, formato, tendencia, estilo o categoría. Al contrario, he escrito películas, novelas, adaptaciones, cómics, ensayos… siempre buscando nuevos estilos, juegos y desafíos». Quizás por estos principios tan claros, en un mercado como el del cómic franco-belga, donde las librerías especializadas reservan rincones y estanterías enteras al género de la biografía y las viñetas basadas en la Historia escrita con mayúsculas, la labor inevitablemente investigadora de Salva Rubio le perfila como autor ideal para, a través de la ficción de las viñetas, hacer de episodios históricos historias que, a base de recordarlas con dibujos, se hace no sólo llevadero, sino casi imprescindible leerlas. Y es que, aparte de las que te recomendamos hoy aquí, son muchos los títulos en los que encontrarás el nombre de Salva Rubio reivindicando cómo la historia recordada de los personajes que han ayudado a construir este mundo al que hemos llegado, es capaz de sorprendernos y superar, a veces, lo imaginado con lo realmente vivido.
LOS ZAZOUS: SWING CONTRA LOS NAZIS
Guión: Salva Rubio / Dibujo y color: Danide
Paris, 14 de junio de 1940. Los nazis consuman un avance que resulta imposible de creer ocupando nada menos que la capital de Francia. Imagina por un momento un desfile amenazante bajo banderas con esvásticas por los Campos Elíseos. La primera reflexión, a cargo del protagonista al que seguiremos a lo largo de tres volúmenes, recuperados en espléndido integral por Norma Editorial, da directa en la diana que persigue pasado, presente y seguramente futuro de toda sociedad moderna: «¿en serio? ¿No lo visteis venir? ¿No os disteis cuenta de que esto podía pasar? ¿No eráis vosotros los que nos ibais a proteger? Los políticos, los diplomáticos, los policías, los generales… Los adultos». La voz acusadora, iluminada por viñetas que anunciaban todo lo que quedaba por llegar, es la de Frankie, un carterista que malvive como carterista cuidando de su hermana pequeña en un piso ocupado en ese Paris vencido… y vendido.
Como las malas noticias nunca vienen solas, Frankie acaba arrestado apenas comienza este relato. Aunque el objeto es peor de lo que él imaginaba y le acabará conduciendo a un desenlace que ni él, ni el lector o lectora son capaces de imaginar iniciado una historia donde el trazo especialmente fluido, ágil y alegre del gran dibujante Danide, en este caso, parecen querer adentrarnos en un relato ligero de aventuras y enfrentamientos contra los nazis. La encrucijada: el mismísimo comisario Klebert le ofrece a Frankie una oportunidad para evitar la cárcel, y para ello debe aceptar un trabajo «especial»: espiar a su propia hija dado que, según él, «se junta con ciertos… indeseables». Sin otra opción posible, Frankie acepta para descubrir a la primera de cambio que los «indeseables» son en realidad una simple pandilla de “zazous”, unos jóvenes que de verdad existieron en muchas partes de Europa y, por supuesto en Francia, cuyo único crimen era ser aficionados a la música swing y vivirla escuchándola y bailándola: «nuestra religión es el swing, el ritmo del cuerpo y del corazón… ¡El ritmo vivo, tenso, alocado, nocturno! El ritmo de América. ¡América, tío! De allí viene todo lo que mola de este mundo».
Pronto resulta evidente que, tras la rebeldía a través de una estética que representa todo el ímpetu de una juventud frustrada a la que, poco a poco, empiezan a robarles cualquier sueños de futuro, se esconde la posibilidad de que, en esos «zazous» en los que Frankie pretende entrar, haya miembros de la que pasará a conocerse en breve como la Resistencia. Y muy pronto, y sin que ni siquiera el amable, agradable y logradísimo dibujo de Danide logre ocultarlo, Los zazous pasa ya en su primer tomo, «All too soon», de aventura juvenil al drama real de una nación que se dividió desde dentro entre resistentes y colaboradores en ese mero ejercicio de supervivencia en el que, el ser humano, es capaz de vender a su vecino si puede cambiar un chivatazo por comida.
Reconozco que Los zazous es uno de esos llamativos libros que saltan a tus manos antes de que te haya dado tiempo a leer el nombre de sus autores. Aunque bajo el trazo inocente de un cómic tan europeo por los cuatro lados que conforman cada página, pocos lectores creo que esperasen los giros narrativos con los que Salva Rubio, basado paso a paso en acontecimientos históricos, construye una historia de esas que podrás leer cien veces redescubriendo en cada relectura todo lo que su guionista nos mostraba desde el principio. Y a pesar de la juventud de todos los protagonistas involucrados en una trama que crece a cada página, el relato de Salva Rubio es un maduro ejercicio y reflexión sobre todos esos temas universales que realidades tan desagradables como una guerra son capaces de poner sobre la mesa para hacernos pensar: amistad, amor, lealtad, rebeldía, libertad, fraternidad…
Los Zazous. Swing contra los nazis se edita en el cuidado gran formato europeo de 23,5 x 31 cm. habitual en los lanzamientos de Norma Editorial. A este integral de 192 páginas lo presenta un delicioso prólogo titulado «Rebeldes del swing» escrito por Servando Rocha, escritor y director de la editorial La Felguera. Mientras que, del epílogo, se ocupa el propio Salva Rubio, acostumbrado a re-contarnos en la mayoría de sus libros esos datos que le llevaron a escribir, como él explica, sobre temas tan fascinantes como este. «Los zazous. Bailando sobre la esvástica», nos resume de un modo especialmente didáctico y entretenido cómo el fascismo que surgió poco antes de la Segunda Guerra Mundial, el que llevó a la Guerra Civil en España, supuso un desastre anunciado que, en el caso de Francia, marcó un antes y un después con el Gobierno de Vichy, la colaboración de policía, políticos y ciudadanos con los nazis y la virulencia con la que la Resistencia se vio obligada a nacer cuando los abusos se convirtieron en rutinas. Honestamente y, leído el cómic, todos los acontecimientos reales corroborados por páginas de historia y explicados por la prosa concisa de Salva Rubio se convierten en una lectura tan interesante como disfrutar del cómic: las brigadas especiales; los primeros atentados en Francia contra los nazis; la llegada de las juventudes fascistas a las calles de las ciudades francesas; las medidas antisemitas; la infame redada del velódromo de invierno e incluso la aparición de la Nueve, esa mítica compañía de los militares españoles que participaron en la liberación de París… todo es recordado con orden y acierto por un Salva Rubio aderezado por muchísimos bocetos y dibujos de Danide y que concluyen el libro con una certera bibliografía e incluso una playlist que refleja «la banda sonora del cómic y de la época». Un libro realmente histórico en todos los sentidos de la palabra al que el dibujo de Danide convierte definitivamente en lectura imprescindible.
SOBRE LOS AUTORES
SALVA RUBIO
Salva Rubio es guionista de cine, televisión, cómic y animación. También es escritor e historiador. Nacido en una familia modesta, pero que lo animó a leer y estudiar, al igual que sus profesores, estudió Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó en diversos trabajos relacionados con el arte y la cultura, y decidió convertirse en guionista. Se licenció en Guion y trabajó como analista de guiones. Finalista del prestigioso Premio Julio Alejandro de la SGAE, Salva Rubio ha recibido numerosos premios como guionista. En 2010, uno de sus cortometrajes fue preseleccionado para los Premios Goya. Máster en Guion de Cine y Televisión por la Universidad Carlos III de Madrid, ha coescrito cortometrajes y proyectos cinematográficos para productoras españolas, incluyendo el largometraje de animación Deep (2016). También imparte clases de narrativa. Actualmente, Rubio se dedica a esta profesión como guionista de cine y cómic, a la vez que escribe novelas. Como escritor de cómics, ha escrito novelas gráficas como El Fotógrafo de Mauthausen, Monet, Nómada de la Luz o Django Mano de Fuego y trabaja para las más importantes editoriales de cómic europeas, como Dupuis, Glénat, Le Lombard o Delcourt. En cine su trabajo fue nominado al Goya a Mejor Largometraje de Animación en 2010; también ha publicado novela y ensayo cultural. Fue finalista del prestigiado premio SGAE Julio Alejandro, es miembro asociado del WGA (sindicato de guionistas americanos) y de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
DANIDE
Nacido en 1981 en Barcelona, Danide (nombre real Daniel Deamo) estudió cómic en la Escola Joso de Barcelona. Su primer cómic (escrito por su hermano Raoul Deamo), Telekillers, Asesinos a Domicilio, se publicó en 2001 bajo el sello creado por los dos hermanos, Deamo Bros. Después produjo numerosos trabajos, como diseñador y guionista, incluyendo Maculas (Spaceman, 2017), Rubor (La Cúpula, 2015), Tales From The End Of The World (Norma Editorial, 2013), Fagocitosis (Glénat, 2011), Sèrie B (Glénat, 2010), Duke Ellington (Discmedi, 2009), Juan Nadie (Doble Dosis, 2002) Telekillers (Amaniaco, 2001) … y algunas páginas para la revista El Jueves y Le Journal de Spirou. Sus obras se han podido leer en España, los Estados Unidos, Italia, Bélgica y Francia.
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LA ESTATUA DE LA LIBERTAD. EL SUEÑO DE BARTHOLDI
Guión: Salva Rubio / Dibujo: Eduardo Ocaña / Color: Maz!
En el caso de La Estatua de la Libertad y en este mundo global nuestro, resulta aún más evidente como a veces lo que no nos toca directamente, por cercano que nos resulte, nos es más desconocido que sucesos, lugares o personas a miles de kilómetros de distancia. Y aún en esos casos, al final nos damos cuenta de lo poco que sabemos. Porque incluso tratándose de emblemas y símbolos mundiales como el que protagoniza este libro, la mismísima Estatua de la Libertad norteamericana, ¿qué sabrías decirme tú ahora mismo sobre ella aparte de que está en Nueva York? Pues precisamente por lo increíble que fue su concepción, financiación y construcción, el guionista Salva Rubio convirtió una vez más su interés en un personaje histórico real para traernos esta pequeña joya del cómic biográfico: la historia de cómo un modesto escultor francés de provincias como Auguste Bartholdi acabó creando un monumento con tanto significado para la humanidad.
Empezaremos recordándote que este libro, ambientado entre el siglo XIX, es el segundo tomo de una serie titulada Los Contructores (Les Bâtisseurs), cuyo tomo primero está escrito y dibujado por el mismo dúo creativo: Salva Rubio al guion y Eduardo Ocaña al dibujo y que también está editado en castellano por Norma bajo el título La resurrección de Notre Dame. En este caso, los personajes disimulados por el olvido de esa Historia que nunca se detiene demasiado en quienes fueron, nos contaba como, en 1845, gracias a la intervención del escritor Prosper Mérimée, Notre Dame, en visible decadencia fue salvada gracias a la pasión de un apasionado sin formación como Eugène Viollet-le-Duc, quien llegó a sacrificar su vida familiar por su trabajo, dirigiendo la restauración de decenas de iglesias góticas, para acabar sosteniendo sobre sus hombros el peso de salvar la catedral más importante de toda Francia.
Igual de fascinante, a ojos del visionario Salva Rubio, se dibujo ante él la figura histórica de Auguste Bartholdi, un joven y desconocido escultor que en un viaje por Egipto a finales de 1855, en el que coincidió con Ferdinand de Lesseeps, artífice de la majestuosa obra del Canal de Suez, cayó rendido ante la magnificencia y dimensiones de las estatuas gigantes del reino de los faraones, hasta el punto de jurarse a si mismo que algún día llevará a cabo una obra de ese tamaño, una labor que en los últimos dos mil años de civilización nadie se había atrevido a repetir. De este modo, lo que cualquier persona da por sentado como si siempre hubiese estado allí o cómo si su construcción hubiese sido una obra sin importancia por parte de Estados Unidos, La Estatua de la Libertad nos cuenta todas las vicisitudes por las que tuvo que pasar en realidad este escultor, enfrentado a la realidad, para convertir su idea en algo tangible. Desde encontrar el tema adecuado con el que convencer a alguien de poner dinero suficiente hasta encontrar el lugar en una nación de la grandeza de Estados Unidos, sin olvidar las dificultades técnicas de llevar a cabo una tarea semejante.
No es de extrañar que el artífice del guion para esta vida llevada al cómic se preguntase en primer lugar y leída su turbulenta historia, pese al final feliz, «¿cómo pudo un escultor novato, desconocido y sin contactos lograr lo que ningún otro ha conseguido en dos mil años? Y ¿como es posible que saliera victorioso?» La respuesta, de nuevo en palabras de Salva Rubio: «todas las historias que podríamos narrar sobre la concepción, diseño, financiación, fabricación, construcción de la Estatua de la Libertad parten, sin duda, de esas dos preguntas, y cuanto más sabemos de su artífice, Auguste Bartholdi, más extraño parece que llegase a convencer a las autoridades del arte oficial francés, entrevistarse con el Presidente de los Estados Unidos y lograr los -en dinero de hoy en día- millones de euros que costó un monumento que no iba a tener más utilidad publica que inspirar una idea a todo aquel que lo viese».
La Estatua de la Libertad es un cómic tremendamente constructivo, dinámico e interesante. Ilustrado con la especial pericia realista y con una tremenda línea clara de corte perfecto, tan al gusto del público francés y tan agradable de disfrutar para cualquier lector de cómic europeo, el trabajo impecable del dibujante Eduardo Ocaña, quien fue arquitecto técnico de formación, hacen de este el claro ejemplo de un trabajo que sobresale por encima de todos esos otros libros que en Francia inundan esos espacios dedicados a las viñetas biográficas. «Una narración con tantos momentos increíbles merece, como es habitual en mis cómics -apunta Salva Rubio en el epílogo informativo y formativo que concluye este tomo-, repasar que hay de realidad y qué hay de ficción en la historia que acabamos de contar. Un pequeño spoiler: cuanto mas increíble, más posible es que sea verdad».
La Estatua de la Libertad se presenta en edición de álbum al más puro estilo europeo: cartoné para un agradecido formato de 24 x 32 cm. donde los dibujos de Eduardo Ocaña se disfrutan a un tamaño ideal, y donde sus 80 páginas se hacen cortas y, una vez más, nos quedamos con la agradable sensación de que hemos tenido la suerte de reencontrarnos con uno de esos profesores de Historia con los que a veces te cruzabas formándote en la vida, que ponían tanta pasión en contarte lo que está escrito que te transmiten no sólo su pasión natural por el tema, sino el interés por indagar e investigar aún más por tu cuenta en esas ventanas delimitadas en el tiempo a las que el trabajo de Salva Rubio, acompañado siempre de excelentes compañeros a los lápices, es capaz de conducirnos olvidándonos por un momento de todo lo que nos rodea.
SOBRE LOS AUTORES
SALVA RUBIO
Salva Rubio es guionista de cine, televisión, cómic y animación. También es escritor e historiador. Nacido en una familia modesta, pero que lo animó a leer y estudiar, al igual que sus profesores, estudió Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó en diversos trabajos relacionados con el arte y la cultura, y decidió convertirse en guionista. Se licenció en Guion y trabajó como analista de guiones. Finalista del prestigioso Premio Julio Alejandro de la SGAE, Salva Rubio ha recibido numerosos premios como guionista. En 2010, uno de sus cortometrajes fue preseleccionado para los Premios Goya. Máster en Guion de Cine y Televisión por la Universidad Carlos III de Madrid, ha coescrito cortometrajes y proyectos cinematográficos para productoras españolas, incluyendo el largometraje de animación Deep (2016). También imparte clases de narrativa. Actualmente, Rubio se dedica a esta profesión como guionista de cine y cómic, a la vez que escribe novelas. Como escritor de cómics, ha escrito novelas gráficas como El Fotógrafo de Mauthausen, Monet, Nómada de la Luz o Django Mano de Fuego y trabaja para las más importantes editoriales de cómic europeas, como Dupuis, Glénat, Le Lombard o Delcourt. En cine su trabajo fue nominado al Goya a Mejor Largometraje de Animación en 2010; también ha publicado novela y ensayo cultural. Fue finalista del prestigiado premio SGAE Julio Alejandro, es miembro asociado del WGA (sindicato de guionistas americanos) y de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
EDUARDO OCAÑA
Nació en Madrid, donde también estudió arquitectura. Aunque empezó trabajando como arquitecto, entre 1999 y 2002 se centró en el cómic y la ilustración. En 2002-2003 realizó una serie de ocho números de la colección de fantasía Crónicas de Mesene. En 2006 creó el séptimo libro de la serie Universo Kookabura con Sylvain Runberg para la editorial francesa Soleil. Ese mismo año publica el primer libro de la serie Complejo de Mesías, que realiza con Alex de Campi para Les Humanoïdes Associés. Desde 2010 vuelve a trabajar con Runberg en Los cuadernos de Darwin, publicado por Lombard.
MAZ!
Maz! (a veces confundido con «Mazi») es la firma de un dibujante afincado en Granada que ha trabajado principalmente como entintador y colorista para autores como Kenny Ruiz en obras como El cazador de rayos (Dolmen), El misterio de Nemo (Delcourt) o Dos Espadas (edición integral de Norma Editorial), y con Pere P. Pérez en Crónicas de la Lanza del Dragón (Devil’s Due). También colaboró en el libro Ilustradores Andaluces 2 (EH Editores, 2012).
