Nuestra segunda invitada de esta semana viene de un poco más lejos: desde Corea del Sur, un país fascinante y enigmático que lleva décadas haciéndonos llegar historias de su cultura en mil formatos: desde películas a series rompedoras, pasando por revelaciones en formato de viñeta que, en casos como el de Keum Suk Gendry-Kim, la autora de esas arrebatadoras Hierba, La Espera y Perros, se han convertido todas ellas en verdaderos fenómenos mediáticos. Desde ese universo particular y único donde confluye una filosofía de vida oriental tan distinta a narrativas gráficas más establecidas como la japonesa, Hola Bombón, el libro que encarecidamente os recomiendo en esta ocasión, ha sido una sorpresa mayúscula e inesperada entre tanta oleada de novedades cada vez de colores más diferentes. Sorprende y se agradece la apuesta de la renacida editorial Dibbuks a través de Malpaso y Cía, porque se trata del primer libro de Chung Yoojin, ilustradora freelance graduada en Ilustración por la Universidad de Kingston, en Reino Unido.
Hola Bombón es uno de esos libros de cuya portada resulta imposible escapar. Nadie con corazón sería incapaz de ignorar el saludo de un animal que, con tan sencillo trazo, es capaz de expresar tanto. Se trata de Bombón, una perrita que vivía en un café canino, algo aparentemente muy común en Corea del Sur, hasta que una familia decide adoptarla y darle una nueva vida en un hogar con dos niñas deseosas de compartir sus vidas con una mascota. Así empieza un libro donde la protagonista, aparentemente alter ego de la propia autora, nos cuenta con su particular estilo entre la ilustración pop y el diseño gráfico cómo Bombón poco a poco se integra en su nueva casa.
Recomendado como adecuada para lectoras y lectores a partir de 6 años por la editorial, lo cierto es que el ritmo, las ilustraciones y la sencillez de Hola Bombón apunta inicialmente hacia una lectura para completo disfrute infantil, donde el preciosismo y la escueta paleta de colores de Chung Yoojin encierran en realidad un mensaje mucho más profundo. Y entre magníficas ilustraciones a página completa plenamente realistas, retratando los barrios y ciudades coreanas, la autora que, en todo momento parece deleitarse en un mero ejercicio de mascotas cuquis, de repente nos deja helados en una escena en la que a un gatito viene a recogerlo la Muerte, representada como si fuese la misma sombra de ese gatito que posiblemente acaba de ser atropellado. Y así, en un hermoso y delicado ejercicio donde en ningún momento los protagonistas dejan de reflejar lo mejor de compartir tu vida con un animal, un niño verdaderamente podría empezar a entender un concepto como la muerte con el que, honestamente, Chung Yoojin logra descolocarte como adulto.
Y es que, inconsciente o con pleno conocimiento y planificación de una historia tan aparentemente sencilla como Hola Bombón, Chung Yoojin ilustra para niños páginas que a cualquier adulto son capaces de retrotraernos a influencias propias. A Bombón no tarda en acompañarla en la familia otro perro, Tory. Juntos, los animales mantienen diálogos repletos de la madurez de la que carecen de principio a fin las dos niñas que conviven con ellos. De la relación entre humana y animal hay escenas oníricas que recuerdan los mejores momentos de Calvin y Hobbes, la despreocupación de las historias de Peanuts con Snoopy y muchas otras tiras y viñetas en las que los animales nos acaban enseñando siempre algo.
Releyendo Hola Bombón, porque éste es un libro que a cada lectura te revela algo nuevo, resulta increíble como lo que esperabas un mero libro de cuidadas ilustraciones infantiles verdaderamente bien dibujadas, de repente y según el personaje de Bombón va creciendo, son capaces de lanzarnos de cabeza a páginas donde una viñeta se rodea de mensajes y reflexiones tan verdaderas como esas preguntas que todos, incluyendo los niños en algún momento de su alcanzada consciencia se hacen: “¿Podemos estar preparados para dejar ir a alguien?”
Y al llegar al capítulo 4, Chung Yoojin cambia el tono e incluso su forma de desarrollo y de repente nos conduce a las últimas 16 páginas de algo completamente diferente. De modo que, cuando te creías ajeno y mero espectador de un espectáculo de buenos momentos dibujados con espíritu y trazo infantil, la autora se demuestra narradora implacable, certera, tan original en lo que cuenta que no te esperas para nada, bajo ningún concepto, el sorprendente desenlace de una historia que parecía deslabazada, compuesta de buenos momentos y recuerdos felices. Y entonces, en ese momento, Chung Yoojin, que ha sido capaz casi de devolvernos a nuestra propia infancia con su preciosistas memorias de la que posiblemente fue su propia mascota, nos cuenta lo que quiso contarnos desde un principio. Y, de nuevo, nadie con un mínimo de corazón o simple sensibilidad, será capaz de evitar leer hasta la última viñeta sin darse cuenta de lo que un cómic aparentemente infantil es capaz de hacernos sentir.
Así, la historia que de antemano promete como revelación de una sin duda prometedora artista ya desde la portada, se convierte en un increíble libro que nos hace pensar en infinidad de cosas desde una sosegada sensación de paz que hace darte cuenta de la suerte que tenemos de estar aquí ahora mismo, incluso en esta línea que podemos leer, agradecer y compartir. Sin duda una lectura recomendable para adultos y para que éstos la compartan con esos niños que llegan al punto de preguntarse que pasa cuando todo se acaba. Hola Bombón es una de las mayores sorpresas en viñetas del año.
SOBRE LA AUTORA
CHUNG YOOJIN
Graduada en Ilustración por la Universidad de Kingston, Reino Unido. Chung Yoojin trabaja como ilustradora freelance en el ámbito de la publicidad y el diseño, y realiza exposiciones de arte. Disfruta dibujando, especialmente cómics, y quiere contar historias desde el corazón a través de sus dibujos. Hola, Bombón es su primer libro.