Nueva edición de “Potlatch” de Marcos Prior y Danide. Edita ECC Cómics.

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La mejor noticia con la que comenzar esta reseña/recomendación, es celebrar sin duda y por partida doble una vez más el cómic nacional y la difusión de las historias de nuestros artistas. Primero porque Potlatch no es plenamente una novedad sino una reedición del libro que ya editó en su día Norma Editorial. Segundo porque ECC Cómics lleva ya tiempo apostando no sólo por líneas editoriales de temática muy diversa, sino que demuestra apostar directamente por autores y autoras españolas, incluso editando directamente su trabajo, sin esperar a comprar la licencia de las ediciones francesas, por ejemplo. El año pasado tuvimos la suerte de disfrutar de novedades tan notables como los libros de Lorenzo Montatore, o la original propuesta de Javier Marquina y Rosa Codina Cómo salvar la industria del cómic sin tener ni puta idea. Además distribuyen editoriales donde los nombres propios españoles son mayoría como Cascaborra Ediciones o Spaceman Project. ¿Qué más se puede pedir?

Pues en este caso, disfrutar de nuevo de la lectura de una novela gráfica que ya demostró ser rompedora hace unos años y que ahora puedes volver a disfrutar en una excelente reedición en tapa dura revisada que incluye una interesante introducción a cargo de dos analistas brillantes del Noveno Arte como son Elisa McCausland y Diego Salgado, junto a un abundante apartado con más de catorce páginas de extras con bocetos, imágenes de lo que se ha hecho hasta ahora con el libro, incluyendo exposiciones y portadas alternativas; para acabar con una original doble entrevista primero de Danide a Marcos Prior y luego de Prior a Danide, a cual más interesante, analizando sus respectivos papeles como guionista y dibujante en la creación de este cómic.

Y puestos a saber qué es lo que encontramos en sus páginas, Potlatch podría resumirse como acertadamente reza su eslogan promocional: “Chico conoce a chica. Chico manda espiar a chica. Chico se hace el encontradizo con chica. Chico realiza un acto ancestral de repartición y despilfarro de propiedades y pertenencias conocido como Potlatch para impresionar a chica”. Todo sería casi normal si no fuese porque el chico y protagonista de portada e historia, que se llama Máximo, sufre una enfermedad realmente única llamada hipertimesia, que le hace recordar todos los acontecimientos que ha experimentado personalmente con absolutamente todos los detalles y datos relacionados. Este pequeño detalle hace que el trabajo de ambos autores construyendo Potlatch sea una verdadera obra de arte, ya que las ideas de Marcos Prior son plasmadas por Danide con todo complemento imaginable que demuestre el nivel obsesivo de detalle de la enfermedad de Máximo. De este modo, en muchas escenas en las que las viñetas nos muestran la acción, la parte escrita, que describe en muchos los casos lo mismo, se acompaña de los logos de todas las marcas mencionadas, de los restaurantes usados, los libros y cómics citados, en un esfuerzo creativo que abarca tanto el diseño y montaje detallado de cada página junto a los coloridos y expresivos dibujos de línea clara de Danide. Los autores explicaban las posibilidades narrativas que les ofrecía este planteamiento: “Él (Máximo) no recuerda porque él no tiene recuerdos, él archiva hechos personales de su vida. Cuando tu cuentas un recuerdo, hay lagunas, varían detalles cuando lo vuelves a explicar, pero para él no, él cuenta las cosas como si las viviera en el ahora, tal cual, no puede olvidar nada. Usar este modo de vida nos ha servido para poder jugar con el pensamiento en 1ª persona, de modo que no existe el concepto narrativo de la historia sino que el mismo protagonista cuenta su historia a través de lo que nos cuentan su memoria”. El resultado final es simplemente impresionante. Por un lado nos sumerge completamente en lo que supondría padecer hipertimesia. Por otro, el detallismo nos conduce, disimuladamente a lo largo de una historia donde no falla nada y cada pieza encaja con precisión relojera. Imagina que el libro se cierra con una “Cronología Potlatch” donde se incluyen un índice de páginas con todas las fechas incluidas en el cómic así como pequeños íconos de los personajes que intervienen en cada evento.

La cantidad de elementos usados por ambos autores para hacer creíble su relato, desde el uso del color al blanco y negro a dibujos de objetos, imitación de cuadernos de notas e infinidad de objetos más, logra, entre otras muchas cosas, que Potlatch se mantenga más vigente que nunca 11 años después de su publicación original, que fue nada menos que en 2013. Tantos años después, las grandes críticas reflejadas en el cómic, resultan más obvias que nunca: el capitalismo salvaje que fue capaz de hacer rico a Máximo con inversiones, el consumismo irrefenable que nos hace llenarnos de objetos que no necesitamos… Ahí es donde tiene todo su sentido el título del cómic, que se refiere a una ceremonia, en especial practicada por tribus indígenas norteamericanas. El clic en el abarrotado cerebro de Máximo se produce al escuchar una cita mítica de la película El club de la lucha en boca de Claudia, la chica a la que Máximo trata de conquistar a toda costa: “lo que posees acabará poseyéndote”. Los autores lo explicaban así ya hace años: Potlatch no es sólo desprenderse de los bienes, es una ceremonia que tiene una intención. Normalmente esa intención es ascender socialmente. Cuando tú en el cumpleaños de un amigo le das un regalo es porque él espera que tu le regales algo y tu esperas que ese regalo sea devuelto cuando sea tu cumpleaños. En un Potlatch la repercusión del cambio por los bienes es momentánea. Podría haberse llamado feliz cumpleaños o donación pero no tendría la connotación de esperar recibir algo a cambio en el preciso momento en que tú lo haces”. Cómo Máximo decide celebrar esta ceremonia es una de las sorpresas que descubrirás leyendo el cómic. Algo que sin duda te invitamos a hacer sin duda apenas acabes de leer esta reseña.

SOBRE LOS AUTORES

MARCOS PRIOR

Historietista y guionista catalán que debutó con la firma «Kosinski» en 1994 en el colectivo «Producciones Peligrosas» junto con Artur Laperla, Nacho Antolín, Jordi Borrás y Marcos Morán, con los que creó la publicación rAu, que ganadora del premio al mejor fanzine en el Salón del Cómic de Barcelona de 1997. Guionizó dos miniseries en formato de comic-book para el sello Laberinto de Planeta de AgostiniOropel (1996) y Cool Tokio (1997), y Espadas de Madera para Camaleón Ediciones. También como guionista para Ediciones La Cúpula trabajó en los monográficos Mundo Maremoto (2000) y Raymond Camille (2002), así como en las series Rosario y Los Inagotables, El Comebalas y Secta Doraymon para la revista El Víbora. Posteriormente publicó Fallos de Raccord, El año de los 4 EmperadoresFagocitosisPotlachNecrópolis y, más recientemente, Gran Hotel Abismo.

DANIDE 

Danide, autor barcelonés nacido el año 81 del pasado siglo. Trabaja como ilustrador y dibujante de cómics desde hace más de una década. Entre su obra, cabe destacar los cómics que ha realizado junto a Marcos Prior, Fagocitosis (Glénat, 2011) y Potlatch (Norma, 2013. ECC Cómics 2023), así como Serie B (Glénat y Diábolo) junto a Raúl Deamo. Ha colaborado con Jordi Pastor en los cómics colectivos Tales From The End Of The World (Norma, 2013), Rubor (La Cúpula, 2015) y Máculas (Spaceman Project, 2016) y publica periódicamente en la revista El Jueves. Como buen hijo del S.XX, está enamorado de los cómics impresos en papel. En especial, le gustan las imperfecciones de una buena (o mala) impresión. El olor húmedo de las tintas, las tramas, las grapas, los cosidos, las tapas blandas. Un cómic es un libro, pero mejor.

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